La Auditoría Interna frente al Fraude
- Hedy Go
- 22 ago 2021
- 3 Min. de lectura
La Auditoría Interna es una de las técnicas de control más utilizadas para la detección de fraudes, de hecho, esta herramienta generalmente es eficiente para evitar la oportunidad a funcionarios y colaboradores.
Riesgos de Fraude
El fraude puede comprenderse como un acto ilegal caracterizado por engaño, encubrimiento o violación de la confianza, también puede definirse como un acto de engañar a la organización, a través de la elusión de controles, procedimientos, reglas y disposiciones.
Cada año a nivel internacional se pierden miles de millones de dólares a causa de fraudes y actos de corrupción, esto como resultado de ineficiencias, fracaso organizacional, proyectos no concluidos, también puede ser causa de casos externos como desastres naturales.
Usualmente a causa de controles mal elaborados combinados con una débil dirección, puede socavar los procesos internos de la organización dando lugar a que se produzca el fraude. Por este motivo, es importante que las organizaciones cuenten con robustos controles para mitigar el riesgo de fraude, en este sentido el rol de la auditoria interna es evaluar estos controles.
El fraude puede ocurrir en todo tipo de organizaciones, sean estas publicas o privadas, sin fines de lucro o de cualquier clase, tamaño, ubicación, sector económico, en otras palabras, la oportunidad de cometer fraude existirá en todas partes. La manera en que una organización enfrente el riesgo de fraude varia, pero puede verse influenciada por la evaluación de riesgos de la organización, su apetito al riesgo, incluso por la jurisdicción legal.
Generalmente los fraudes pueden desembocar en despidos, litigios y recuperación de activos; por esta razón es de gran importancia que las investigaciones sean realizadas por profesionales que cuentes con la experiencia y competencias necesarias para llevarla a cabo, todo esto con la finaliza de reducir el riesgo de acusar erróneamente a una persona, de comprometer la evidencia e incluso de perjudicar las acciones legales futuras.
Auditoría Interna
¿Qué es la auditoria interna? De acuerdo al IIA, la auditoria interna se define como “una actividad independiente y objetiva de aseguramiento y consulta, concebida para agregar valor y mejorar las operaciones de una organización. Ayuda a una organización a cumplir sus objetivos aportando un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión de riesgos, control y gobierno”.
En otras palabras, la auditoría interna identifica los riesgos a los que esta expuesta la organización y pudiesen impedir el logro de sus objetivos, así mismo, sirve para levantar banderas de alerta e informar de dichos riesgos y recomendar mejoras para ayudar a disminuir los riesgos identificados.
En este sentido el rol de la auditoria interna puede incluir actividades como detectar, prevenir y supervisar los riesgos de fraude, así como, abordar dichos riesgos a través de la auditoría.
Para esto la auditoría interna debe considerar en donde se encuentra el riesgo de fraude en la organización, para poder responder a través de la auditoria de los controles de dicha área, además, deberá tener en cuenta lo que dicta la Norma 2120.A2 la cual nos señala que la auditoría interna deberá evaluar la posibilidad de ocurrencia de fraude y cómo la organización maneja gestiona el riesgo de fraude.
Generalmente se piensa que la auditoria interna es el principal responsable de evitar el fraude en las organizaciones, pero la realidad es que no es responsabilidad directa de esta área el prevenir los posibles fraudes, el principal responsable es la gerencia como primera línea de defensa.
También es importante tener en cuenta un plan de trabajo, como respuesta al fraude que señale las políticas, procedimientos y metodologías de investigación. Este plan deberá indicar con claridad cual es el papel de la auditoría interna cuando se tiene sospecha de un posible fraude y la falla del control interno.
Otro aspecto importante de la auditoria interna es la colaboración con la dirección y el consejo de administración, y se centra en el estado general de la organización, que incluye satisfacer las necesidades generales de la organización, poner énfasis en los eventos presentes y futuros de la organización y asegurar el alcance de las metas y los objetivos. La función principal del auditor externo es como un tercero ajeno a la organización brindar una opinión sobre si las cuentas muestran una visión verdadera y razonable de los estados contables y, se centra de forma secundaria en la prevención y detección del fraude. Además de esas funciones básicas, un auditor externo no proporciona beneficios más profundos a la organización.
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